Usted quizá esté cansado de oír sobre las elecciones 2020 en Estados Unidos. Aquí le ofrezco una aproximación para entender porque el Presidente Trump perdió su reelección. Varios elementos debieron juntarse y aquí están puestos en contexto para entenderlo y se incluyen los enlaces para apreciarlos mejor.

Por: ottogutierrez@ymail.com
Las campañas presidenciales en Estados Unidos han sido a lo largo de la historia determinantes de las tendencias en materia de estrategia, comunicación y desempeño de los políticos. Cada elección es como el lanzamiento de novedades en estas áreas del trabajo político. En cada elección se encuentran grandes aciertos o errores para dictar cátedra sobre cómo se hace la política en cada tiempo. De lo que ocurre en Estados Unidos el mundo político toma modelos a repetir o implementar en elecciones de otros países y de ahí la atención que en el mundo de los comunicadores y estrategas tiene esta elección. A mi modo de ver son tres las grandes enseñanzas que deja. El papel de la prensa tradicional a favor de un candidato, el juego temerario de las emociones de los electores y la incorporación de los defectos de carácter al discurso político contraviniendo toda la teoría de siglos. Estos dos últimos quedarán erradicados aunque haya quienes los quieran usar justificando lo injustificable.
Para entender porque perdió Trump en 2020 hay que primero revisar cómo ganó en 2016. Ese año el candidato republicano obtuvo la nominación de una manera sencilla y a la vez compleja. Dijo lo que pensaba en cada tema, que además era lo que sus electores querían oír. Se perfiló como un ciudadano que, siendo anti político, podía decir verdades sin compromisos políticos ni económicos. Así conquistó a millones que lo vieron como un líder fresco con el cual se identificaron aunque las encuestas no lo reflejaran así. https://bit.ly/35XgKRR
Iniciada la campaña presidencial la realidad demostró que por más aceptación no le alcanzaría para derrotar a Hilary Clinton. Muchos estrategas pasaron frente a Trump y fueron despedidos solo con días de trabajo. Hasta que llegó uno que le dijo la verdad con solución incluida. Ese asesor fue claro. Solo hay posibilidades de una victoria sí logra disuadir a los electores de Clinton para que voten. Para ello propuso una estrategia de segmentación uno a uno a través de redes sociales utilizando todas las herramientas que Silicon Valley había creado. Una brillante campaña que encontró como usar cada red y como llegar a manipular la opinión. Así se hizo y se atacaron tres frentes, las mujeres, los afro americanos y los liberales o seguidores del precandidato Sanders. https://bit.ly/35UIl68. Me concentro en las mujeres a ellas se les ofreció un mensaje claro y contundente. A las jóvenes la idea de “una infidelidad no se perdona” y a las mayores “una infidelidad no se olvida” eso fue dinamita para ese grupo elector y logró su abstención del voto. Esto unido a los demás segmentos atacados contribuyó a la victoria. https://bit.ly/3nNIxtZ , https://bit.ly/35Xl7Mx.
Lea aquí: COMUNICACION Y MERCADEO UNO A UNO SON LA CLAVE EN ESTOS TIEMPOS.https://bit.ly/361iRUM
El segundo elemento fue que el país vio a un candidato retador con una humildad controlada. Su campaña se basó en reuniones reducidas, con mucha promoción digital y billones de dólares el publicidad producto de compras y donaciones. Mantuvo muchos de sus impulsos para verse aceptable aunque castigó con argumentos políticos a su contrincante. Ahí ya sobre pasaba límites pero al ser esporádico no era censurable. No obstante cosechó desaprobación y nunca ganó una encuesta pública. Su campaña costó 396 millones comparada con la de Clinton de 768 millones. Obtener cada voto electoral le costó a Trump 1,3 millones mientras que a Clinton 3,3 millones. Proporción de 2 a 1. https://wapo.st/3lZOJym.
Esa conducta, su discurso, su pasado, su partido y sus propuestas le merecieron el rechazo visceral de los grandes y tradicionales medios de comunicación del país mejor conocidos como la prensa liberal. Esos medios imprimieron y transmitieron primeras páginas y emisiones dedicadas a desprestigiarlo, tergiversarlo y querer aclarar supuestas mentiras. Trump fue candidato ganador con el mayor número de publicaciones en contra de manera diaria y sistemática. Eso generó una profunda polarización entre política y medios, hirió el ego de la prensa que se vio impotente para quitar o poner presidente gracias a sus apoyos o rechazos como en el pasado y sentó las bases de una hostilidad declarada para los siguientes cuatro años de gobierno. Se habló de la influencia rusa que terminó, sin pruebas, siendo un mito.
El presidente Trump gobernó cumpliendo lo que había propuesto. El muro y los migrantes, el cambio climático, el manejo de la economía, las relaciones internacionales y la política doméstica fueron campos donde hizo lo que dijo. Coherencia que solo valoraron sus electores y condenaron sus opositores. Se puso en evidencia la forma cómo había manipulado a las mujeres y se agravó esa herida. Silicon Valley fue responsabilizado de ayudarlo solo pensando en el interés económico de la pauta sin importar lo que ofrecían al público. La prensa liberal herida en su ego comprendió que los nuevos medios los desplazaban y no iban a dejarlo. Entonces la elección de 2020 llegó como el escenario en el que cada uno de estos actores podría tener revancha y el objetivo era impedir la reelección. La mujeres americanas juraron venganza y se convirtieron en el grupo elector más decidido a ejercer el poder del voto. https://nbcnews.to/39gtOn8. Silicon Valley adoptó medidas y no solo impidió que acciones como la de 2016 se repitieran sino que llegó a censurar cuentas y temas para demostrar que estaba al control https://bit.ly/2HwSsVo. Además impulsó una gran campaña pro voto utilizando todos su poder. https://yhoo.it/3pRNZhf. La prensa liberal decidió atacar de nuevo pero esta vez unidos, de manera concertada atacando a Trump sin piedad y protegiendo, hasta el encubrimiento, las deficiencias del oponente Biden. Se escondieron las contradicciones en su discurso, https://bit.ly/35WzHUu , https://bit.ly/35X8ukH. Se permitieron conferencias de prensa con telepromter y por ende preguntas acordadas https://bit.ly/2UV61RC , https://bit.ly/35TVexb https://bit.ly/35Zv3p3. Intervenciones llenas de equivocaciones https://bit.ly/2J4xHRn. Incluso llegó a confundir a su esposa con su hermana en plena tarima https://bit.ly/3nNLo6b. Quizá la mayor demostración del encubrimiento ocurrió cuando el socio comercial del hijo de Biden denunció y presentó pruebas de cómo el candidato demócrata había llegado a recibir dineros de comisiones indebidas por influencias ilegales. https://bit.ly/338iLIQ , https://yhoo.it/398AIe9 de todo esto poco se dijo o se ocultó. Siempre que los errores permanentes y contracciones de Biden lo hacían errático y débil estuvieron los medios aliados para encubrirlo y contener su desgaste.
Con este entorno, cercado y amenazado hasta con planes de fraude con el voto por correo, el presidente Trump no tuvo la capacidad de organizar una estrategia a la altura. Pensó que la economía prevalecería ante el Covid y se equivocó. Se impuso la supervivencia a la comodidad de tener una estabilidad económica. Muy equivocado ya decidió agregarle su toque personal de arrogancia, agresión, autosuficiencia, egocentrismo, indecisión, irrespeto, narcisismo, orgullo, rencor, terquedad, entre otros para congraciarse con sus electores. Lo logró con unos pocos pero espantó a la mayoría incluso a muchos de los que lo apoyaban. Fue muy torpe en la pandemia creer que la economía valía más que la vida.
La votación más alta habla por si sola. Biden 79 millones contra 73 de Trump. La pugna de egos con la prensa liberal logró su objetivo y la unión quedó demostrada días después de la elección cuando las cadenas de televisión cortaron la intervención de Trump como acto de reivindicación de su papel. Así como Trump los había hecho ver débiles cuatro años antes, ahora eran esos medios en representación de la alianza los que como autores firmaban su obra de arte. Las mujeres cobraron su deuda. Un 21% más que en 2016 votó en 2020 por el candidato demócrata o contra Trump mientras que el menor número de votantes por Trump correspondió a mujeres. La solidaridad con las mujeres llevó dentro del partido demócrata a aumentar la votación entre hombres que creció un 31% con respecto a la elección anterior.
Los Estados Unidos están polarizados. En la post elección ya se ven varios errores de interpretación de lo ocurrido que marcarán también la actividad de comunicación y estrategia en el mundo. Uno, es erróneo creer que 79 millones de votos fueron a favor y por merito de Biden cuando tienen mucho contra Trump. Este despertó 23,3 millones de nuevos votantes 13, 2 en contra y solo 10,1 a favor. Dos, los medios se equivocaron y creo que las consecuencias se verán con el recrudecimiento de la crisis de credibilidad y por tanto económica. Tres, volvieron a ganar las redes sociales aunque con la mancha de la censura de temas y actores lo cual trazará un nuevo camino para esos canales de comunicación.
En 2020 vimos enfrentarse al peor candidato frente al más malo de los contrincantes. No importa cuál haya sido su favorito esto aplica igual. Quedan lecciones muy fuertes como divisorias. Comunicar con emoción a los electores es algo necesario pero comunicar sobre la emoción de los electores es suicida. Comunicar con principios y virtudes tienden a prevalecer porque a diferencia del reggaeton las audiencias políticas aprecian y necesitan los buenos discursos y narrativas. Sigue habiendo, en el universo de los políticos, una audiencia joven o digital que es ignorada y que tienen un poder contagioso al que hay que saber llegar. El código reptiliano y su sensibilidad prevalecen frente a trascendencia de la razón. En todo lo ocurrido hay mucho por aplicar, la lección ha sido abundante y aun no termina. Para conocer más sobre comunicación y estrategia escríbame a ottogutierrez@ymail.com, cuénteme su necesidad o proyecto y seguro podré ayudar.